Los libros

SERIE SENCILLOS Y PRÁCTICOS

EPISODIO 6

Desde muy temprana edad te han acompañado. Han estado presentes en cada uno de los momentos importantes de tu vida, ilustrándote desde las primeras letras, hasta ahora, explicándote, leyendo contigo, estudiando, riendo y llorando. Te estoy hablando de nuestros grandes amigos, los libros.

Todos sabemos qué es un libro; más sin embargo, en muchas oportunidades no le damos la utilidad debida. Alguna vez lo hemos utilizado para presumir o aparentar ante compañeros y amigos, nuestro alto grado de intelectualidad; otras veces, como un simple adorno que usamos como un muro que nos protege y nos separa de personas a quienes consideramos “ignorantes”, escudándonos detrás de la sombra del autor, de una portada llamativa, o del costo del mismo.

Si nos hiciéramos una auto-evaluación rápida acerca de las partes que componen un libro, de seguro responderíamos que un libro está compuesto por una portada, sea dura o blanda, la contraportada, el prólogo, el índice y el contenido. Como era de esperarse, la calificación que obtendríamos sería la mínima aprobatoria, poco merecedora de un comentario halagador. Esto; por supuesto, en caso de que seamos una persona poco dedicada a la lectura, como ocurre en muchos casos.

¿Qué reflejan los libros?

En los libros está reflejado un intrincado sistema compuesto por piezas milimétricamente unidas unas con otras, y una gran precisión, que van desde la concepción, el contenido,  el diseño,  la edición, la impresión, la distribución, el público objetivo, la tendencia, la promoción, la venta, y otros de tipo administrativo tangibles e intangibles, que le dan a cada obra un valor específico; no únicamente monetario, sino su valor intrínseco.

Un buen libro nos permite el placer de la lectura; a través de la que obtendremos entre otros beneficios: la concentración, la extensión o el cultivo de nuestro lenguaje y de nuestro vocabulario, aumentar nuestra capacidad de análisis; a través de una operación mental, dejar de prestar atención al mundo sensible y centrarnos en un pensamiento para extraer ideas y conceptos de un texto, lo que conocemos como abstracción; comprender los sentimientos y emociones del autor o escritor, intentando experimentar objetivamente y en forma racional, lo que siente (empatía).

¿Cuáles son las partes de un libro?

Veamos pues; según la perspectiva de expertos y especialistas, cuáles son las partes tangibles de un libro:

Antes de comenzar a hablar de las partes de un libro, es recomendable recordar que según la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la ciencia y la cultura (UNESCO), se considera como libro, a aquella publicación que tenga un mínimo de 49 páginas, sin contar las páginas de las cubiertas o tapas.

Iniciaremos hablando de la cubierta anterior o portada, que contiene el título del libro, el nombre del autor y la editorial; el lomo, es la parte lateral del libro donde se sujetan las hojas, lleva el título del libro y el nombre del autor; y la cubierta trasera o contraportada externa, que contiene información adicional del libro, del autor y de la editorial. Puede ser blanda o dura, y es la parte visible del libro en contacto directo con el exterior y sirve para su conservación.

Las solapas, que son prolongaciones laterales de la cubierta dobladas hacia dentro,  entre 7 y 10 centímetros de ancho. En ellas se coloca generalmente la biografía del autor, datos sobre algunos libros de la colección, o cualquier otra información resaltante. Las solapas solo son utilizadas para las portadas blandas. Su finalidad es evitar que estas se arqueen.

La sobrecubierta: es utilizada para protección de libros de tapa dura forrados en tela o algún otro material, y su finalidad es la protección y vistosidad. Estas poseen una solapa donde generalmente se coloca la biografía del autor, y datos sobre otros libros del autor, o de la colección.

La faja: es una tira de papel que se coloca abrazando la cubierta. Esta indica generalmente información de la editorial, la fecha de impresión, el número de ediciones y la cantidad de ejemplares del libro vendidos.

Las guardas: es un díptico de papel grueso y absorbente  que une la cubierta y el cuerpo del libro de tapa gruesa. Estas soportan todo el peso de la tripa del libro. No son utilizadas en los libros de tapa blanda.

Las hojas de respeto, u hojas de cortesía: son hojas colocadas al principio y al final del libro; tienen una función estética, y sobre ellas se pegan las guardas. Sirven de soporte a las tapas de los libros de cubierta blanda. También sirven para la colocación de dedicatorias por parte del autor.

La anteportada: es la primera página impresa del libro, utilizada en novelas, poesías y libros clásicos. No se usa en manuales, en libros técnicos ni catálogos. En ella se coloca el título en un tipo de letra más pequeño que el de la portada.

La portada interior: es una página que lleva información completa del libro como el título, nombre del autor o de los autores,  nombre del autor del prólogo, los méritos del autor, la editorial, el año de edición, la casa impresora, el lugar y la fecha.

La página de derechos o créditos: se encuentra en la parte posterior, al lado izquierdo de la portada interior, con el frente hacia la dedicatoria o el índice, y en ella se reflejan los textos legales, el número de edición y año de publicación, de reimpresión en caso de que se haya hechos, nombre del traductor, el propietario de las imágenes utilizadas, datos relacionados con registro de derechos reservados, depósito legal, colaboradores, etc.

Dedicatoria: se coloca al lado derecho de los créditos. El prólogo, prefacio o introducción: es el texto que precede a la obra, escrito por el autor, el editor o alguna otra persona reconocida que conozca su contenido.

El cuerpo del libro: es la parte donde se desarrolla en forma extensa el texto y está dividido en partes o capítulos.

El índice: el índice puede ser general, colocado al principio del libro; antes o después del prólogo, o introducción, y comprende el esquema de su contenido. En libros cuyo cuerpo tienen pocas subdivisiones, se coloca al final, junto a índices de imágenes, cronológicos o los geográficos.

La bibliografía: comprende las obras consultadas por el autor para escribir su libro. El epílogo: es una recapitulación, resumen o conclusión de lo expuesto en la obra. El glosario de términos: es una lista de términos utilizados para ayudar al lector en su comprensión.

La lista de abreviaturas: es una lista en orden alfabético de signos y abreviaturas utilizados en el desarrollo de la obra. El utílogo: es un discurso final donde el autor hace alguna consideración antes de finalizar su obra. El colofón: ubicado en la última página impar del libro, donde se coloca el nombre, sello o escudo del impresor, el lugar y la fecha de terminación de la impresión.

Algunos tipos de libros y su clasificación

Ya que hemos hablado de las partes tangibles o elementos que  forman un libro, considero que es justo que hagamos una breve indicación acerca de algunos tipos de libros que existen y su clasificación.

Esta clasificación puede hacerse según su formato, en impresos o de papel, interactivos o electrónicos; según su género, lírico, dramático y épico; de lectura prolongada como los libros de texto, los complementarios, los ilustrados, los libros de consulta o de referencia, los libros didácticos, los poéticos, los de tipo recreativo, los libros científicos, los instructivos, los literarios, los libros técnicos, los libros informativos, los libros de divulgación, los libros religiosos, los libros literarios, los biográficos, libros de viajes, artísticos, de autoayuda  (entre otros).

Hoy quiero recomendarte la lectura de un libro escrito por un gran amigo, compañero de estudios de postgrado y compañero de trabajo, con quien he tenido el honor de compartir como docente las aulas de clase en varias universidades públicas, a nivel de postgrado, y en la actualidad, como docente de postgrado. Me estoy refiriendo al profesor Antonio Enrique Fernández Robles. A través de uno de sus libros titulado: “estudie mucho…en poco tiempo, encontrarás consejos importantes para lograr el mayor y mejor aprovechamiento de tu tiempo de estudio.

Según Aristóteles: “el comienzo es la parte más importante del recorrido”.

Envíame tu comentario. Te espero en la próxima entrega.

Hasta pronto

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