lo más importante es el contenido

Hace poco fui invitado a acompañar en una transmisión en vivo, a una persona experta en una importante disciplina: el derecho deportivo.

A medida que apreciaba el léxico utilizado, iba también calificando el dominio del tema, y de los conocimientos de esta persona; y en forma directa pude captar importantes detalles relacionados con el desarrollo de esta actividad utilizando tan solo la cámara y el micrófono de su Smartphone.

Mientras observaba y escuchaba, iba reflexionando acerca del tiempo que he desperdiciado buscando obtener los mejores equipos y aprendiendo a utilizarlos a través de un intrincado proceso de ensayo y error. Prueba tras prueba, buscando el mejor ángulo, la mejor iluminación, la mejor captación y transmisión del sonido , además del momento preciso sin ruidos externos a una hora determinada del día.

A final de cuentas me preguntaba: ¿para qué buscar tanta perfección si lo más importante es el contenido?

En resumen, lo que quiero compartir es que buscar por tanto tiempo la perfección me ha robado una valiosa cantidad de tiempo para compartir contenidos útiles, interesantes y beneficiosos para otras personas que quizás en su momento lo requerían, aunque nunca es tarde, ya que mientras haya alguien dispuesto a compartir y enseñar, habrá alguien dispuesto a aprender. Por otra parte, toda obra hecha por el ser humano, aunque se considere que es la más perfecta jamás elaborada, siempre tendrá alguna imperfección, porque no somos perfectos.

He aprendido que cuando se requiera hacer algo hay que hacerlo, y que lo importante es justamente “hacerlo”. Luego habrá tiempo para mejorarlo, para tratar de corregirlo, y para recibir las críticas de nuestros semejantes, ya que aunque nos esforcemos en tratar de llegar más allá de nuestras capacidades, siempre habrá alguien que no estará del todo conforme con nuestros resultados, con nuestros emprendimientos, y con nuestras iniciativas. Siempre habrá alguien dispuesto a criticar, copiar y mejorar lo que nosotros hacemos, y esto nos lleva a pensar que nunca hay una obra del todo definitiva.

Estoy convencido de que para convencer a otras personas primero debo convencerme a mí mismo; solo así daré con toda seguridad el primer paso, sin vacilación alguna, sin ánimo de buscar errores, los cuales siempre van a existir; ya que si yo no los detecto, otras personas lo harán. Todo depende de la perspectiva de cada quién.

Hace poco experimenté un pronunciado desánimo quizás por la necesidad de un merecido descanso; que, aunque no se haya reflejado en el aspecto físico, si se refleja desde el punto de vista anímico, como consecuencia de la sobrecarga de noticias e informaciones desalentadoras a nivel mundial, regional y nacional, que afectan nuestra psiquis muchas veces en forma imperceptible, a pesar de nuestra capacidad de resiliencia.

Cuando logré reflexionar sobre las posibles causas que me llevaron a descuidar una parte importante de mi rutina diaria, me encontré con el hecho de haber dejado de hacer el registro de los logros alcanzados, y de haber dejado de planificar, lo que produjo como consecuencia una desconexión y pérdida de continuidad en el logro de las metas y objetivos planteados. En conclusión, se trató de un cese temporal obligado, comparado con los efectos causados por un corte de electricidad en una fábrica cuya maquinaria y equipos dependen directamente de dicha energía. Por simple que parezca, este hecho no deja de tener un alto grado de complejidad; sobre todo, cuando afecta directamente los  resultados deseados.

Este descubrimiento en forma inmediata encendió las alarmas y me llevó a la activación de mecanismos internos para corregir esta grave anomalía con el fin de reiniciar y retomar nuevamente el control de mis  actividades para el logro de los objetivos que nos hemos planteado con anterioridad.

Comencé por recomendación e insistencia de una persona muy cercana, a hacer pruebas para realizar transmisiones en vivo: una actividad que no había realizado antes, ya que hasta ahora he logrado la elaboración, edición y publicación de videos, el desarrollo de cursos online, creación de contenidos, y grabación y publicación de postcasts.   Primero organicé el área de grabación, verifiqué los dispositivos de captación de audio y de video, busqué  y verifiqué cuál sería la temática inicial de las transmisiones en vivo. No resultó nada fácil, ya que siempre existe el temor a lo desconocido. Aunque ya había estado acompañando a un experto durante una transmisión en vivo, lo hice como espectador; situación muy distinta en el caso de que tú seas quien transmite. Luego de decidirme, inicié temeroso mi primera transmisión, con pocas personas conectadas, tomándose en cuenta que se trataba de un inicio. Después de esta primera experiencia; y luego de transcurridos dos días, realicé una segunda transmisión, pero esta vez más seguro frente al micrófono y la cámara, y con mayor soltura al momento de interaccionar con la audiencia.

A través de esta experiencia reitero lo que muchas personas han expresado: las cosas no ocurren por casualidad, sino por causalidad; ya que el descuido de una rutina que venía desarrollando trajo como consecuencia que apreciara otra forma de lograr un acercamiento directo con personas que quieran compartir su tiempo conmigo: un tiempo en el que además de entretener, compartiré en tiempo real ideas, conocimientos y experiencias; un tiempo en el que podré interaccionar y podré lograr una importante retroalimentación basada en relaciones interpersonales.

De forma directa; debido a las circunstancias presentadas, se abrió para mí una nueva forma de compartir a través de la red con otras personas en tiempo real, lo que representa un verdadero avance en el logro de nuestras metas y objetivos. Para ello, les invito a estar pendientes, ya que espero iniciar mis transmisiones en vivo, a través de un nuevo canal en Twitch: https://www.twitch.tv/juliancarrenoweb

Hasta pronto…

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