Introducción
Las personas adultas que realizan estudios académicos cuyos ingresos dependen de la relación laboral con alguna organización, industria o comercio, adquieren el compromiso de cumplir sus responsabilidades y sus obligaciones de manera eficiente y responsable de manera armónica con su entorno familiar; esto les produce mayor desgaste debido a que el esfuerzo aumenta, y deben aprender a manejar su tiempo de forma efectiva para atender las demandas del trabajo (como medio de sustento), del estudio (como base esencial para su crecimiento personal), y de la familia (componente indispensable que los anima a seguir creciendo).
Esta obligación demanda una comunicación y una interacción clara, continua y permanente con los miembros de sus respectivos equipos en cada uno de los campos: el laboral, el académico y familiar (tomando a la familia como nuestro principal equipo); también requiere que seamos organizados y que prioricemos las tareas que obligatoriamente debemos cumplir para evitar una sobrecarga que aumente el nivel de estrés cuyas afectaciones se ven reflejadas en la salud física y mental.
¿Cuáles son las responsabilidades académicas más comunes?
Exceptuando las facilidades que en cuanto a traslado, seguridad y comodidad nos presenta la educación online (entorno virtual), dentro de las responsabilidades de tipo académico más comunes se incluyen (en el caso de clases presenciales): el traslado y la asistencia puntual a las sesiones de clase casi siempre después de la jornada laboral, la investigación, elaboración, preparación y presentación de trabajos y la participación activa en todas las actividades propuestas y requeridas por los docentes facilitadores e instructores; la lectura de material bibliográfico y la presentación de evaluaciones. En el caso de estudios de pregrado y postgrado se incluye también el desarrollo de sus tesis y/o sus trabajos de grado según las normas y plazos establecidos por la institución educativa en la que se hayan matriculado; y en menor grado, en el caso de estudios no conducentes a títulos académicos como cursos para el desarrollo de un arte u oficio.
¿Qué estrategias se recomienda desarrollar para alcanzar el equilibrio entre el ambiente laboral, el académico y el familiar?
La primera de las estrategias recomendadas para desarrollar y alcanzar el equilibrio entre los ambientes: laboral, académico y familiar; y quizás una de las más importantes es la creación de un plan de trabajo bien elaborado, en el que se asignen espacios de tiempo para la actividad laboral, el estudio, las actividades familiares y la recreación; este último aspecto muy importante para efectos de salud mental.
Como requisito básico e indispensable para la creación de un plan de trabajo bien elaborado está el análisis bien fundamentado de la situación que se esté viviendo al momento, ya que esta (la situación) es muy cambiante como resultado de la dinámica del mundo actual; y una actividad que hayamos pensado en atender con cierto márgen de tiempo, en cualquier momento puede convertirse en prioritaria, de allí que nuestro plan debe contemplar acciones para atender imprevistos.
Si no conocemos cuál es la situación que representa el escenario sobre el que vamos a planificar, nuestro plan de acción no será viable, ya que se requiere planificar sobre una realidad; de allí que debe ser realista. Otro aspecto que debemos tomar en cuenta son los recursos con los que contamos para la ejecución de las tareas, ya que sin los recursos no será posible que el plan sea ejecutable.
Seguramente has escuchado a muchas personas hablar de un plan “A”, de un plan “B”, y hasta de un plan “C”, y la verdad que esta expresión representa es justamente que el hecho de que tengas elaborado un plan no necesariamente quiere decir que debes ejecutarlo al momento. Elabora tu plan con todas las alternativas posibles tomando en cuenta los imprevistos (de acuerdo a tu realidad familiar, laboral y académica) para poder hacer frente a cualquiera de los imprevistos (igual que si fuera una receta de cocina), y aplícalo cuando estos se presenten. Todo depende de la situación.
Una vez identificado el grado de importancia, urgencia y necesidad de atención de cada actividad ya identificada dentro de los entornos laboral, académico y personal familiar (que corresponde a un estudio individual y personal), nos encontramos con un obstáculo al que debemos enfrentarnos sin vacilación alguna; y se trata nada más y nada menos que la comunicación con nuestros equipos de trabajo: nuestros jefes, compañeros de trabajo, docentes facilitadores o instructores, compañeros de estudio, y nuestros familiares.
La forma de comunicación en estos casos es muy importante; sobre todo porque se necesita de su apoyo y colaboración. En estos casos te recomiendo que previamente prepares un discurso convincente que vaya alineado con los valores, necesidades e intereses de cada uno de estos entornos; y para tener éxito en la comunicación debemos esforzarnos por conocer a las personas más allá de su posición o cargo que desempeñe, ya que cada opinión y cada decisión de ellas nos afectará y condicionará nuestro desempeño actual y futuro, además de influir en el logro de los objetivos y la meta que nos hayamos trazado. Debes esperar estar en el sitio y momento adecuados para que nuestra comunicación surta el efecto deseado.
Este consejo no te exige que te conviertas en psicólogo, o experto en la conducta y las reacciones de las personas; se trata simplemente de demostrar nuestra empatía en cada uno de los entornos descritos, pues así como nosotros planificamos, cada quién lo hace a su manera, y quizás en sus planes no se encontraba aprobar o desaprobar nuestra solicitud. Lo que sí debes tener siempre presente, es que en la medida en que nosotros como personas mejoramos también lo hace nuestro entorno cercano; por esa razón es tan importante conocer los valores, necesidades e intereses de las personas de cada uno de nuestros entornos.
Sea cual fuere el escenario presentado, es prioritario y recomendable dedicar tiempo al descanso y desconectarse cuando las condiciones existentes lo permitan para evitar el agotamiento excesivo. No somos máquinas, somos simplemente seres humanos y vivimos dentro de una serie de sistemas con los que interaccionamos continua y permanentemente. Nuestras acciones, pensamientos y resultados obtenidos dependen en gran medida de dichos sistemas. Vivimos en sociedad, y la sociedad impone reglas que debemos cumplir; si no las cumplimos nos convertiremos en desadaptados, y en estos casos la sociedad tiene métodos, instrumentos y formas para corregir, y la gran mayoría de estos no son de nuestro agrado.
Además de las estrategias que te acabo de mencionar recomiendo implementar algunas técnicas de relajación y meditación; buscar apoyo de la familia, de los amigos y en los compañeros de estudio y de trabajo, indistintamente de lo comprometida que se encuentre tu agenda diaria.
Es importante ser realista y reconocer nuestras fortalezas y debilidades. No se debe tratar de abarcar más de lo que se puede, y se deben establecer metas alcanzables cuyos logros puedan ser celebrados. Hay que mantener una actitud positiva y enfocarse en los beneficios de cursar estudios académicos como una actividad propia y personal con beneficios individuales mientras atendemos al trabajo y a la familia. La base está en el equilibrio.
Lograr este importante equilibrio entre las responsabilidades laborales y las responsabilidades académicas sin abandonar la atención a la familia es posible cuando decidimos organizarnos, cuando nos planificamos, cuando comunicamos a las personas de nuestro entorno cercano lo que estamos haciendo, y cuando nos esforzamos realmente para alcanzar nuestros objetivos y la meta trazada sin sacrificar nuestra salud y bienestar.
¿Debemos estudiar por obligación o por pasión?
Existen diferentes tipos de motivación para realizar estudios en la etapa adulta. Algunas de ellos pueden ser las siguientes: el interés verdadero por profundizar en un campo específico del conocimiento; la búsqueda del desarrollo de habilidades y destrezas para mejorar nuestro nivel económico, y ampliar nuestras perspectivas. El hecho es querer aspirar a contribuir al avance de nuestro campo de acción profesional; disfrutar del estudio, el aprendizaje y la investigación.
Cuando se trata del cumplimiento de un requisito en el campo laboral o profesional, algunas personas buscan mejoras salariales a través de un merecido ascenso; otras por el contrario ven el estudio como una inversión que es necesario realizar para lograr su desarrollo profesional. Hay casos de personas que se sienten presionadas y obligadas por la empresa u organización con la que mantienen una relación laboral y de las que depende su estabilidad económica; en otros casos el entorno familiar las obliga.
En los casos de personas adultas que deciden cursar estudios académicos por pasión, los resultados obtenidos se ven reflejados en una mayor satisfacción personal, un mejor desempeño académico, más motivación para adquirir nuevos conocimientos y mayores probabilidades de éxito en sus estudios; sin embargo puede darse el caso de que haya una mayor inversión de tiempo y de esfuerzo, además de un mayor riesgo de frustración si esta experiencia educativa no cumple con las expectativas iniciales de quien decide estudiar en la adultez.
Como ya lo indiqué, hay quienes en edad adulta cursan estudios académicos para cumplir un requisito impuesto a fin de lograr mejoras en las posibilidades de ascenso, o aumento salarial, una mayor competitividad en el mercado laboral, y el desarrollo de las nuevas habilidades. Sin embargo puede presentarse una menor satisfacción personal, un mayor riesgo de deserción de los estudios que esté cursando, un menor aprovechamiento del aprendizaje, y una mayor probabilidad de agotamiento prematuro.
Curiosamente, estuve investigando a través de la red, y encontré un escrito que me llamó poderosamente la atención, el cual les indico a continuación.
Las 4 leyes de las emociones.
Según la publicación que les comento, estas leyes permiten que las personas conozcan mejor y comprendan la manera en que funcionan nuestros pensamientos y sentimientos. Si lo desconocemos no sabremos muy bien por qué actuamos como lo hacemos y no logramos comprender bien qué experimentamos incomodidad emocional (sentirse raro), posiblemente a consecuencia de situaciones difíciles que provocan reacciones inesperadas (estrés emocional); alteraciones en el cuerpo que influyen en tu estado mental (cambios hormonales), falta de sueño; y por último debido a relaciones o interacciones sociales complicadas que puedan causar incomodidad (en el trabajo, la familia, o el estudio).
¿Cuáles son las 4 leyes de las emociones?
1.-Ley de la realidad aparente: es la forma en que nos relacionamos con lo que vemos (nuestro entorno) a nivel personal; esta relación nos indicará cómo vamos a reaccionar.
2.-La ley de la asimetría hedónica: debemos aprender a vivir y procesar las emociones como lo que son, un sentimiento temporal.
3.-La ley de conservación del momento emocional: hay ciertos eventos que pueden dejar una gran huella en nosotros; una huella que ni siquiera el tiempo puede sanar.
4.-La ley de la carga más ligera y la ganancia más grande: esta ley se refiere a que el impacto emocional de una situación depende de su interpretación. Las personas buscan reducir las emociones negativas (ley de la carga más ligera), mientras que la ley de la ganancia más grande busca en todo momento generar emociones positivas.
Conociendo e interpretando cada una de estas cuatro leyes podemos lograr un mayor control de nuestras acciones; ya que sabremos conocer la forma en que funcionan nuestras emociones, reconocerlas , aprender a escucharlas y dejarlas pasar, ya que son sentimientos temporales.
Conclusión.
La motivación es uno de los factores clave para el éxito en cualquier ámbito de la vida de las personas; en especial, cuando se trata de personas adultas que hayan decidido cursar estudios académicos tanto a nivel de pregrado, de postgrado, o de estudios no conducentes a títulos académicos.
Si eres una persona adulta y quieres tomar la decisión de cursar estudios debes previamente identificar y comprender claramente cuáles son las razones que te motivaron, ya que ello implica una importante inversión de tiempo, esfuerzo, recursos y energía.
Recuerda que debes confiar en tus capacidades y debes mantener siempre una actitud positiva para enfrentar los retos y desafíos. Te recomiendo contar siempre con el acompañamiento de un profesional responsable, y con gran experiencia en el campo educativo, te recomiendo que cuentes con los servicios de un buen asesor académico, quien estará contigo hasta alcanzar las metas propuestas y lograr tus objetivos; pero sobre todo, el apoyo incondicional del mejor equipo, del equipo más importante en nuestras vidas: la familia.
Hasta una próxima entrega.