Introducción:
Como profesor de posgrado, me dedico a la formación de estudiantes que buscan avanzar en su carrera profesional, quienes a su vez quieren ampliar sus conocimientos en un campo específico. Mi labor, en forma general se basa en tres pilares fundamentales: la docencia, la investigación y la mentoría.
En el ámbito docente, a través de la impartición de cursos y seminarios a estudiantes de posgrado, comparto con ellos conocimientos teóricos y prácticos de mi área de especialización. Cada día me esfuerzo por crear un ambiente de aprendizaje dinámico y participativo, donde les presento desafíos y trato de inspirarlos para que exploren nuevos campos del conocimiento, a través de ideas que les lleven a desarrollar su propio pensamiento crítico.
En el campo de la investigación, busco las herramientas necesarias para el desarrollo proyectos originales que contribuyan al avance del conocimiento en mi disciplina. Participo cada vez que puedo en actividades extra cátedra donde expongo algunas de mis inquietudes y hallazgos con la comunidad académica de mi entorno, y con ello trato de generar un impacto positivo en la sociedad.
Como mentor, acompaño a mis estudiantes en el recorrido del camino académico y profesional, brindándoles orientación personalizada y apoyo cuando son requeridos para que alcancen sus metas y logren sus objetivos. Me llena de orgullo el poder ayudar a personas talentosas a desarrollar su potencial y convertirse en líderes en sus respectivos campos.
Considero que para mantener el estatus de profesor de postgrado es fundamental poseer un profundo conocimiento y dominio de la materia que se imparte, haber desarrollado conocimientos y habilidades pedagógicas y comunicacionales que permitan compartir conocimientos de manera clara y efectiva, convertirse en un investigador activo y actualizado con las últimas tendencias en su propio campo de estudio, estar comprometido con la formación integral de los estudiantes, brindándoles apoyo y orientación individualizada; ser un apasionado por la docencia y por la investigación, y estar dispuesto a compartir su entusiasmo con los estudiantes.
En mi experiencia como profesor de posgrado, he podido formar a personas talentosas que han logrado importantes avances en sus carreras profesionales, he podido contribuir con humildad al desarrollo de nuevas investigaciones que han tenido un impacto positivo en algunos sectores de la sociedad, y he establecido relaciones duraderas con mis estudiantes, brindándoles apoyo y orientación personalizada. Considero que la docencia a nivel de posgrado es un gran desafío, pero a su vez es muy gratificante, además de representar un privilegio el hecho de poder contribuir a la formación de las generaciones futuras de profesionales y próximos líderes que impondrán los cambios necesarios en el mundo.
Como parte de mi labor educativa, a nivel de postgrado, tengo la responsabilidad de observar y detectar las dimensiones de factores que influyen positiva y negativamente en el logro académico; entre esos factores quiero referirme únicamente al contexto social, económico y cultural, los procesos (entre los que resalta el desempeño docente).
Según mi apreciación personal, directamente relacionado con estos dos factores se encuentra lo que se conoce como el síndrome de falta de atención en personas adultas que están realizando postgrado (TDAH).
Este Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), que no es limitativo únicamente a la infancia, afecta a un alto porcentaje de adultos, impacta en su vida personal, profesional y académica. A nivel de postgrado, donde existe una alta exigencia académica, el tiempo como recurso es invaluable; de allí que el TDAH se convierte en un obstáculo que en forma invisible puede afectar y dificultar el éxito de cada uno de los estudiantes.
El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH)
En personas adultas se caracteriza por una serie de síntomas que fácilmente pueden hacerse visibles, y pueden agruparse en tres categorías principales:
1. La inatención: representada por la dificultad para mantener la atención en tareas o actividades académicas; los olvidos frecuentes, la dificultad para seguir instrucciones, falta de organización y de planificación, dificultad de concentración en tareas monótonas o repetitivas, y una marcada tendencia a perder objetos.
2. La hiperactividad: demostrada por una gran inquietud y movimiento excesivo, dificultad para relajarse y mantenerse sentado, impaciencia, hablar en exceso, e interrumpir constantemente a las demás personas.
3. La impulsividad: a través de su dificultad para esperar turnos, controlar las emociones, actuar sin pensar, tomar decisiones precipitadas, y hacer interrupciones frecuentes.
Hay una gran cantidad de desafíos que deben enfrentar los estudiantes de postgrado con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH). Algunos de ellos son los siguientes:
Dificultad para mantener la atención en clases, para completar tareas y entregarlas a tiempo, para organizar su tiempo y cumplir con los plazos establecidos por los docentes y la consecuente procrastinación y baja productividad; una marcada sensación de frustración y desánimo, sentimiento de inferioridad y baja autoestima.
¿Qué estrategias pueden aplicarse para afrontar el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), a nivel de postgrado?
Para alcanzar el éxito se pueden implementar las siguientes estrategias:
1. Obtener un diagnóstico preciso por parte de un profesional que permita comprender mejor las características del TDAH y su acceso a las herramientas necesarias para manejarlo.
2. Desarrollar un sistema de organización de actividades a través de agendas, calendarios y listas de chequeo de tareas que puedan ayudar a gestionar su tiempo y cumplir con las obligaciones académicas.
3. Buscar un ambiente de estudio adecuado, un espacio libre de distracciones, tranquilo, y con buena iluminación que pueda facilitar la concentración.
4. Dividir las tareas en partes pequeñas que permita manejarlas para así reducir la sensación de agobio y facilitar el proceso de aprendizaje.
5. Solicitar el apoyo a los docentes para que estos busquen la manera de adaptarse a necesidades especiales de algunos estudiantes, que incluyan entre otras los descansos frecuentes, grabación de las clases, etc.
6. Solicitar el apoyo de un profesional en la psicología, o de un terapeuta especializado para manejar los síntomas del trastorno.
7. Compartir experiencias con otros estudiantes que también viven con TDAH, como fuente de apoyo y comprensión.
Conclusión
El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) en personas adultas es una realidad que puede afectar peligrosamente el rendimiento académico, a nivel de postgrado; sin embargo, existen estrategias y herramientas que permiten afrontarlo para el logro del éxito.